¿Por qué enseñar con y en entornos virtuales?

El uso de las tecnologías es indispensable en la educación actual, no solo por razones educativas sino también por las necesidades socioculturales que la era presente demanda.

Podrían considerarse tres razones fundamentales para comprender el uso de los entornos virtuales en la enseñanza – aprendizaje.

1. Para adaptar la enseñanza al contexto socio-cultural contemporáneo, la Sociedad de la Información, y al perfil de sus destinatarios, los nativos digitales:

 

Según María Isabel Salinas en su artículo Entornos virtuales de aprendizaje en la escuela: tipos, modelo didáctico y rol del docente, “La Sociedad de la Información es el entorno social que comenzó a configurase a partir de las últimas décadas del siglo XX, caracterizado, entre otros fenómenos, por una gran revolución técnico-cultural: la digitalización de la información a través de la utilización de tecnología informática” (2011, p. 5).

En este contexto, la educación adquiere un papel fundamental como mediadora entre los sujetos y las nuevas lógicas del conocimiento. La digitalización de la información exige no solo el acceso a herramientas tecnológicas, sino también el desarrollo de competencias digitales, pensamiento crítico y capacidad de análisis frente al volumen de datos disponible. Las escuelas, en tanto instituciones formadoras, deben adaptarse a esta nueva realidad incorporando metodologías innovadoras, contenidos pertinentes y una formación docente que responda a los retos de la era digital. Así, la Sociedad de la Información interpela al sistema educativo a ir más allá de la mera transmisión de contenidos, orientándose hacia la formación integral de sujetos capaces de aprender a lo largo de la vida en entornos complejos, cambiantes y mediados tecnológicamente.

 

En definitiva, incluir en la practica docente elementos virtuales, o mas ampliamente la tecnología, se ha convertido una necesidad en la sociedad actual para, por ejemplo, promover la inclusión en la vida, social, cultural y laboral del siglo XXI, en el cual los entornos virtuales de aprendizaje (EVA) ocupan un lugar fundamental.


2. Para contribuir a la alfabetización digital, indispensable para el acceso a la cultura del siglo XXI: 

Implica que la educación debe asumir un rol activo en enseñar esas habilidades, no solo como un contenido técnico, sino como una competencia transversal que permita a los estudiantes desenvolverse adecuadamente en todos los ámbitos de la vida contemporánea: académico, laboral, social y cívico.

 

En la actualidad, no basta con saber leer y escribir en papel; es necesario también saber “leer y escribir” en lo digital. Por eso, la educación debe formar a las personas para que puedan acceder, comprender, crear y participar en la cultura digital de forma crítica y activa. Sin esta alfabetización, se corre el riesgo de una nueva forma de exclusión cultural y social.

 

  1. 3.      Para promover la innovación curricular:

Refiriéndose a la “innovación curricular” no solamente a un cambio novedoso sino a todo un proceso de cambio planificado, sustentado en la teoría y la reflexión, apuntando siempre al mejoramiento del proceso de enseñanza – aprendizaje. Solo podrá haber una verdadera innovación curricular cuando las transformaciones realizadas propicien una optimización en el desempeño docentes y del alumnado.

Enseñar con un EVA nos ofrece muchas posibilidades para la innovación. Algunas de las mas destacadas serian, a consideración de María Isabel Salinas en su artículo Entornos virtuales de aprendizaje en la escuela: tipos, modelo didáctico y rol del docente, las siguientes:

  • ·        Favorecer la adopción de un modelo de enseñanza centrado en el alumno.
  • ·        Extender los límites espacio-temporales del aula presencial.
  • ·        Ampliar las oportunidades de comunicación.
  • ·        Proponer nuevas estrategias metodológicas.
  • ·        Utilizar nuevos recursos didácticos.

Los Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA) representan una oportunidad innovadora para transformar la enseñanza, ya que permiten adoptar un modelo centrado en el alumno, donde se fomenta su autonomía, participación activa y ritmo personalizado de aprendizaje. Además, extienden los límites tradicionales del aula, posibilitando el acceso al conocimiento en cualquier momento y lugar. Estos entornos también enriquecen la comunicación entre docentes y estudiantes a través de múltiples canales sincrónicos y asincrónicos, promoviendo la interacción constante. Asimismo, los EVA abren la puerta a nuevas estrategias metodológicas como el aprendizaje colaborativo, el flipped classroom o la gamificación, al tiempo que facilitan el uso de recursos didácticos diversos e innovadores como videos, simuladores, foros, cuestionarios interactivos y plataformas adaptativas.

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